sábado, 12 de septiembre de 2015

Como conseguir que los niños hablen castellano cuando vives fuera de España

Cuando tus hijos nacen fuera de España, y se educan en un país no hispanohablante, por mucho que te fastidie, el español no es su lengua materna. En el momento en que piensan en otro idioma, y lo que hacen es traducirlo al tuyo, es la señal de que se sienten más cómodos en el otro idioma. Yo no quería verlo, la verdad, pero para poner un ejemplo, la semana pasada fuimos a ver una película al cine que ya habíamos visto en España en verano. Al preguntarle al Buenhijo cual le había gustado más, no se lo pensó ni un segundo: "Mami, en inglés, porque lo he entendido todo". Y me hundió en la miseria, la verdad.


Pero siendo justa con los niños, han nacido aquí, nunca han vivido en España, el tiempo máximo en vacaciones que pueden pasar allí son dos meses, el idioma que usan para el cole, los amigos y las actividades, es el inglés. Por lo que, aunque me fastidie, no le puedo pedir peras al olmo. 

Pero reconozco que el Buenmarido y yo somos muy estrictos en cuanto a ciertas normas en casa. 

Primero, entre nosotros nos comunicamos en castellano. Para mí esto no supone ningún esfuerzo, ya que mi nivel de inglés no me da como para echar una bronca en condiciones y sin pensármelo mucho. Eso va también por los niños. Está prohibidísimo que entre ellos hablen en inglés. Lo siento. Sé que muchos padres que viven fuera de España, y en las mismas condiciones que nosotros (la pareja hispanohablante), son flexibles en eso y no les importa que el idioma de los niños entre ellos sea el que toque, pero para nosotros es importante no cambiar eso. En cuanto se abre la puerta para entrar a casa, estamos en España, y todos somos españoles, por lo tanto en casa hablamos castellano. Por supuesto, si vienen amiguitos a casa que no son hispanohablantes, esa norma nos la saltamos. 

La tele también se ve siempre castellano, excepto cuando hay amigos en casa. Teniendo en cuenta que el tiempo que pasan en casa después del cole y las actividades, es poquito, y que el resto de su día es en inglés, no lo ven como una tortura. Es una forma de tenerlos enganchados. Siempre me traigo las pelis y series que les gustan y las vemos en casa hasta que se borran los dvds de tanto usarlos. Y parece una tontería, pero aprenden mucho vocabulario gracias a esto (bueno, hay series y series, claro). Por ejemplo, una que me gusta mucho por el vocabulario que utilizan es Tarta de Fresa. A la Buenahija le encanta, y teniendo en cuenta que no es una chica princesa y que para su edad todo gira en torno a lo rosa y los príncipes...Su serie favorita es Patrulla Canina, pero no encontramos las series en España este verano. Habrá que intentarlo más adelante. El Buenhijo está bastante enganchado a Gerónimo Stilton, ya que le gustan mucho los libros. Y los dos siempre se ponen de acuerdo para ver Phineas y Ferb, que a veces creo que a mí me gusta más que a ellos porque siempre me muero de la risa con el doctor malvado de nombre imposible de recordar.



Leemos mucho en español. Ese ha sido un ritual desde que son bebés. El cuento antes de dormir siempre es en español. Sacrificamos mucho sitio y kilos en la maleta cada vez que vamos a España, con libros. Adiós jamón y latas de berberechos...pero gracias a esos libros tenemos un ratito especial cada día para leer juntos. Según en cada etapa, han tenido diferentes libros favoritos, pero tengo especial cariño a la serie de Bebé Koala de la editorial Bruño y los de la serie de Emma, de SM. Y cuentos favoritos muchísimos: El monstruo de colores, A qué sabe la luna, La vaca que puso un huevo, Josefina al ataque, Qué asco de sandwich, Para nada sucias, cualquier libro de Hervé Tullet...leemos mucho juntos, y ahora que el Buenhijo lee solo, se está convirtiendo en un auténtico devorador de libros.


Además, procuramos ir dos veces al año a España. Eso es lo que más les mantiene el idioma. Cuando vamos en verano los apuntamos a escuelas de verano, o por ejemplo este año, a un campus de fútbol para el Buenhijo. Nuestro único objetivo es que se relacionen con niños de su edad. Al principio fue duro para el Buenhijo, ya que siempre ha sido consciente de que habla diferente. Tiene acento guiri, no pronuncia las erres, y siempre hay gente que le gasta bromas sobre eso. No son con mala intención, pero como es bastante sensible hubo un año que no se atrevía a jugar en el parque con otros niños para que no se rieran de su forma de hablar. Siempre les recalcamos que tienen muchísima suerte por ser bilingües.

Y aquí, durante el año, también reciben clases de forma flexible. Un año el Buenhijo fue a clases que organizaban aquí en un colegio, pero la verdad es que era el único de nuestra zona que iba, vivimos lejos y tenía que madrugar más que entre semana, y por lo tanto se nos hizo muy cuesta arriba. Fue una experiencia buenísima, y los profesores eran encantadores, pero por tema de logística no las pudimos continuar. Este año hemos comprado los libros para seguir el programa que ofrece el CIDEAD, en la modalidad flexible, a ver que tal nos va. Pero sinceramente, con su carga de deberes, a veces nos sentimos mal de ponerle esa carga extra.

También tenemos la suerte de que donde vivimos somos un grupo de gente de países hispanohablantes, y aunque a veces es imposible hacerles hablar a los niños entre ellos castellano, en especial si tienen más de 4 años y ya van toda la mañana al cole, al menos nos oyen a los adultos, y cuando dan con una hueso como yo que solo hablo español, no les queda más remedio que contestar de vuelta. 

 Y somos así de estrictos por diferentes motivos. De esta manera son realmente bilingües. Hablan inglés y castellano de forma fluida. No puedo decir que se acerquen a ser trilingües, ya que el mandarín que les enseñan en el colegio es tan mínimo, que no tengo esperanza de que lo hablen nunca de forma fluida. Esto les permitirá aprender otros idiomas con más facilidad en el futuro. Pero también es por identidad cultural. Si van a España y no son capaces de comunicarse con los abuelos, si no son capaces de sentirse cómodos hablando allí ¿Se van a sentir de allí?

Me gustaría que las familias que viven fuera de España compartieran sus consejos.
Un saludo!





2 comentarios:

  1. hola! nosotros vivimos en bélgica y hemos sido muy estrictos en ese sentido, su papà es belga asî que él le ha hablado un idioma fijo y sin variantes y yo siempre castellano. ahora con casi 5 anyos podemos mezclar (a partir de 2.5 anyos en realidad), pero ella no tiene nada de lîo aunque sî tiene un vocabulario propio :)

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    1. Hola Wendieland! Yo creo que la clave es la constancia. Al principio les cuesta un poquito arrancar a hablar, pero desde luego creo que es el mejor legado que les podemos dar.

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