viernes, 23 de octubre de 2015

Malentendidos de idioma o cultura

Al llegar aquí, lo que más me gusta recordar ahora es en todos los líos que me metí por culpa del idioma, o simplemente por la cultura.

Tengo que confesar, que aún me tengo que contener para no dar dos besos cuando me presentan a alguien. Ya cuando tomo un poquito de confianza, me da igual, y saludo dando dos besos justificándome diciendo que saludo "a la española". Y me hace gracia ver, como hay gente, viniendo del país que venga, que asume que a mí se me saluda con dos besos. Las caras de espanto, al principio, son de risa.

Además, nunca he sido buena para los idiomas.  Llegué aquí con el inglés macarrónico que aprendí en el colegio, y que además no había vuelto a tocar en ocho años. Así que fue un shock darme cuenta, que nadie hablaba inglés con el acento español de mis profesoras. Y lo peor aquí es la mezcla de acentos. Inglés americano, inglés británico, inglés australiano, inglés neozelandés, e inglés del que habla cada uno de su padre y de su madre. 

Pero por suerte, nunca he tenido ni un poquito de vergüenza, así que siempre he encontrado la manera de hacerme entender. 


Lo primero que hice al llegar a Hong Kong, fue apuntarme a una academia de inglés. Primer zasca en toda la boca, fue que me pusieron en Begginner, es decir, como si no supiera nada.¡ Mis años en el cole e instituto estudiando inglés no equivalían a nada!Si además estudié dos años en la escuela de idiomas...el caso es que fui a parar a una academia, bastante pirata por cierto, donde todas éramos mujeres que habíamos seguido a nuestros novios/maridos, y donde todas eran japonesas menos yo. No sé si habéis tenido relación con japonesas, pero ellas siempre están perfectas. Apenas se les escucha cuando hablan, nunca dirán una opinión contraria si creen que pueden ofender o crear polémica, nunca irán sin maquillar y perfectamente vestidas...y ahí llegué yo, que soy exactamente lo opuesto. 

Un ejemplo de conversación.
-Miyu, ¿Te gusta Hong Kong?
-A mi marido le gusta mucho.
-Ya, ya, pero ¿a ti te gusta?
-Sí, si a mi marido le gusta, a mí también.
-¿Cuánto tiempo quieres estar aquí?
-El tiempo que quiera mi marido.

Era un poco frustrante tratar de hacer amigas. Me daban ganas de pedirles el teléfono de los maridos, para así poder conversar con alguien con opinión propia.

Pero lo pasé muy bien. Aprendí que una vez que pasan cierta barrera, y se relajan, somos muy parecidas. También aprendí que siempre se relajan más cuando no están con compatriotas, y con una de ellas tuve una muy buena amistad, hasta que se casó y sus obligaciones de perfecta ama de casa, mujer, nuera, madre y todo lo demás, la abdujeron.

Por eso, para que os pongáis en situación de como era mi día a día, en una habitación encerrada con nueve japonesas, aprendiendo un idioma que no era el nuestro, ahí va mi primera metedura de pata que recuerdo.

Falté dos días porque estaba resfriada, y al volver el profe, con el que tenía muy buen rollo me preguntó delante de todas porque había faltado.
-Because I had a big constipation.

Lo solté así, sin anestesia. Solo noté como se hizo el silencio y casi les salen los ojos de las órbitas, palideciendo varios tonos. Mi profesor, que ya sabía que seguramente eso no era lo que quería decir, continuó.
-Oh, I´m so sorry for your constipation.
Y las otras pobres seguían blanquitas como el papel de fumar.

Y es que, lo que yo quería decir era que estaba resfriada (cold) y no que estaba estreñida (constipation), que por supuesto, eso no me lo aclaró el profe hasta más tarde, porque mientras siguió divirtiéndose un rato haciéndome preguntas sobre mi constipation. Ahí me dí cuenta, que no podía seguir con mi costumbre tan española, de que si no te sabes una palabra, coges la palabra en español y le añades algo que suene muy inglés como "ation".

Otra vez en esa academia, una japonesa se estaba quejándose de que el dueño de la academia le había estafado. Claro, para empezar yo no entendía ni el contexto, me lo explicaron más tarde. Así que solo le oía decir "He is a lawyer" (es un abogado) pero me lo decía enfadadísima, y yo no veía nada malo en que el dueño fuera abogado, la verdad. Pero en realidad ella me estaba diciendo "He is a liar" (mentiroso). Pero yo solo entendía que se quejaba porque era abogado, y por mi cabeza ya pasaba si es que en Japón el ser abogado será una profesión de segunda.


Otra, que aún se ríe el que era jefe de mi marido, fue cuando dije en voz alta mientras íbamos en coche.
-¡No había visto nunca tantas mujeres camioneras en mi vida!
Y es que no paraba de ver pasar a mujeres y mujeres conduciendo camiones. Pero no me había fijado que en Hong Kong, como buena ex-colonia británica, se conduce por la izquierda, y por lo tanto a las mujeres que estaba viendo eran en realidad a las acompañantes de los camioneros.

Y cuando empecé a dar clases de español, las anécdotas más divertidas las tengo con mis alumnos adolescentes. Yo soy super exagerada en las clases. Hablo todo el rato español (por suerte para ellos, por el ejemplo que pongo ahora) y gesticulo muchísimo para ayudarles a entender.

Pues ahí estaba yo diciéndole a uno de mis alumnos, las playas tan maravillosas que tenemos en España. Algo así como "En España hay muchas muchas playas y todas son preciosas" Claro, eso era lo que quería decir, y eso era lo que sonaba en mi cabeza. Playas=beaches. Pero lo que yo le estaba diciendo, con esta maravillosa pronunciación en inglés que Dios me ha dado, era "En España hay muchas putas y son todas preciosas". Putas=bitches



Mi alumno muerto de la risa. 16 años e irradiando hormonas, y yo hablándole sobre las putas españolas.
Y él me preguntaba," pero Taitai, en tu ciudad también hay putas(entiendase como playas)"
Y yo exagerando mi respuesta con gestos. "Pues claro que hay putas. Hay muchas putas. Todas muy bonitas y muy limpias" 
Y mi alumno venga a reírse y yo diciendo para mi, que qué fácil que es ganarse a un chaval. 

Al final me lo aclaró, y yo acabé con agujetas de tanto reírme.  El me decía que estaba deseando ir a mi ciudad a conocer todas esas "playas" tan preciosas y limpias.

Esas son las anécdotas que más me acuerdo, pero me pregunto cuantas cagadas habré hecho, que ni me habré dado cuenta. 

¿Y vosotros? ¿Destacáis algún malentendido en el extranjero o con extranjeros? 

2 comentarios:

  1. El mismo ataque de risa que tengo yo ahora!!!
    Sólo te faltó mezclar bitches con constipation....

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Entre la cara de espanto de las japonesas,y la cara de lujuria de mi alumno...no sé con cual me quedo 😜

      Eliminar